Durante este otoño todos hemos podido comprobar perfectamente el efecto devastador que está teniendo Google Chrome sobre la cuota de mercado de Mozilla Firefox. El navegador de Google está a muy pocos pasos de adelantarlo, y es sólo cuestión de meses… o semanas.
Como tal, muchos se preguntan a estas alturas cuál está siendo la fórmula del éxito. Por qué en muy poco tiempo Chrome ha conseguido una cuota del mercado tan absolutamente impresionante. Y es que hoy por hoy, Chrome es ya una elección preferida antes que Firefox, y para muchas personas también lo está siendo frente a Internet Explorer, al que también le está recortando mercado… aunque lo pasemos por alto.
Un apunte muy interesante respecto a Chrome es que Google se ha centrado en ofrecer lo que el usuario quiere, ni más, ni menos. Un navegador ligero, muy liviano a efectos visuales, y sin estar cargado más que de lo imprescindible, dejando al usuario que pueda elegir lo que quiera, sin sentirse atosigado en ningún momento. Esto, sumado a una mayor velocidad respecto a Firefox y a un consumo de memoria muy inferior, se traduce en lo que los datos afirman. Y la tendencia, cada vez se inclina más hacia Chrome.
